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Somos una familia de pueblo.

Para enfrentar las múltiples y crecientes violencias que enfrenta nuestra comunidad, y frente a la traición y la mediocridad de los liderazgos políticos, la Red de Pueblos, está organizada alrededor de un Sistema de Cuidados Colectivos, que nos permite protegernos de la migra, de la violencia de género, de la enfermedad, de la discriminación y del racismo. 

Desde que salimos de nuestros pueblos, sabíamos que no contábamos con los Gobiernos. En la pandemia, confirmamos que estábamos solos. Por eso, estamos concentrados en fortalecer nuestra historia y nuestras tradiciones, teniendo claro que sólo el pueblo salvará al pueblo.

Nuestro sistema de cuidados tiene 4 pilares y su objetivo es mejorar nuestra calidad de vida a través de la autonomía y dejar de depender de las instituciones para defender nuestros derechos. 

Para participar en la Red, es necesario atender las Asambleas Comunitarias semanales y participar en uno de los cuatro comités de cuidado.

1.- Cuidado de las personas. Para cuidarnos de la violencia de género y de las denuncias falsas, la Red de Pueblos ha fortalecido sus instrumentos de prevención de violencia en todas sus formas. Definimos nuestros principios en contra de ella en un video en tres lenguas indígenas, relanzamos nuestro protocolo de atención a la violencia de género, nos alineamos a las leyes del estado de Nueva York y pusimos materiales de denuncia anónima en nuestro sitio web y en nuestros espacios. También, conformamos un grupo independiente de mujeres indígenas que revisará todas las denuncias de violencia dentro de nuestros trabajos y generará recomendaciones vinculantes. Y para cuidarnos permanentemente, un comité de miembros de nuestra comunidad encabeza un mecanismo de respuesta rápida y atención a víctimas de violencia. 

Este mismo grupo, está preparado para acompañar y vincular a vecinxs y miembros de la comunidad a los programas de atención local en caso de violencia doméstica, desalojo, hambre y falta de documentos de identidad.

2.- Cuidado de la comunidad. Para cuidarnos de la violencia migratoria hemos conformado zonas seguras que están siendo vigiladas 24/7 por repartidores, jóvenes y miembros de la comunidad organizadxs en una guardia de paz. Contamos con una línea de emergencia y un mecanismo de respuesta rápida. 

Nuestra comunidad está preparada para enfrentar la manipulación de la autoridad y usar sus derechos de forma colectiva.

3.- Cuidado de la salud, la alimentación y la tierra. Para cuidarnos de la enfermedad, un equipo de la Red está recuperando todas las recetas tradicionales de la comunidad indígena migrante y preparándose para sembrar alimentos junto a nuestrxs hermanxs del Centro Indígena de Norte América. 

Además, este grupo de líderes está preparando una estrategia de cuidado y prevención de la Salud, que incluye ejercicios y talleres informativos. 

4.- Cuidado de la cultura. Para detener la discriminación, un comité de cultura seguirá promoviendo el uso de las lenguas indígenas para defender nuestros derechos y organizando clases, festivales y talleres que celebren nuestras culturas tradicionales. Haremos cada día más arte y representaremos nuestras ideas y nuestra visión sin necesidad de intermediarios. 

¿Porqué hacemos esto?

Porque desde 2017, los de la Red de Pueblos salimos a la escena pública para decir que los migrantes de los pueblos y los ranchos de Latino América tenemos un equipaje distinto, donde cargamos 600 años de historia y muchas prácticas de autonomía y gestión del cuidado. La pandemia lo demostró y puso nuestras prácticas al centro de la estrategia de sobrevivencia en las ciudades: ayuda mutua, gestión de alimentos y medicinas tradicionales propios salvaron a más personas que ninguna estrategia científica multimillonaria. 

Y sin embargo, la sociedad dominante insiste en intentar corregir nuestro hacer, subrayar con marcador rojo nuestras contradicciones y apresurarse a juzgar nuestras luchas. Nuestros esfuerzos no son tan serios porque somos campesinos, albañiles, intérpretes de lenguas indígenas o cuidadoras del hogar. No somos "profesionistas del arte o del non-profit".

Por eso, hoy frente a la amenaza del facismo estadounidense, nosotrxs vamos a estar bien cuidándonos colectivamente, mientras vemos a una sociedad dominante extraviada en el individualismo, la meritocracia y el sálvese quién pueda. Así no se va a llegar a ningún lugar mejor. Es dar vueltas en un círculo progrebuenaonda-conservadormalaonda donde a los dos lo que les importa más son los derechos individuales que los colectivos. 

Construyamos tantos sistemas de cuidados y protección colectivos como sea posible, a lo largo y ancho de Estados Unidos. No esperemos que los abogados, los políticos o una organización nos salve ofreciendo "integración y respeto". Es el tiempo de la autonomía y la autogestión.

Acá seguiremos. Hasta que la vida de un campesino valga igual que la de un profesionista.